Un porcentaje importante de las personas que han sufrido un accidente/evento cerebrovascular pueden empezar a experimentar un deterioro de sus funciones cognitivas superiores. Algunos pacientes podrían tener dificultades en la atención y memoria, otros en el lenguaje expresivo/comprensivo, otros en sus habilidades motoras, etcétera.
En ciertos casos estas dificultades desaparecen con el tiempo, no obstante, algunos de los pacientes podrían cursar con un deterioro cognitivo o con una demencia vascular.
Por estas razones, se incluye en el manejo de los pacientes con Accidentes Cerebrovasculares, la administración de las pruebas neuropsicológicas, con el objetivo de identificar las regiones cerebrales y las funciones cognitivas afectadas por el evento.
Habiendo ya identificado las alteraciones cognitivas asociadas al Evento Cerebrovascular podemos proceder a desarrollar un programa de Estimulación/rehabilitación cognitiva para intervenir procesos como la atención, memoria, lenguaje, etc y mejorar la funcionalidad y la autonomía del paciente.