Cuando un niño muestra un bajo desempeño académico es indispensable realizar una Evaluación Neuropsicológica para conocer sus fortalezas y debilidades a nivel de funciones cognitivas y entender la causa de dichas dificultades. En esta evaluación se aplican pruebas de inteligencia, atención, lenguaje, memoria de trabajo, habilidades visoespaciales, entre otras, para medir el rendimiento del paciente en tareas escolares como lectura, escritura y matemáticas que son generalmente las áreas más afectadas cuando se trata de un Trastorno del aprendizaje. Además, esta evaluación nos permite hacer un diagnóstico diferencial, por ejemplo con un Déficit de atención, y descartar una comorbilidad con otros Trastornos del desarrollo.
Una vez obtenido el perfil cognitivo con la Evaluación Neuropsicológica, podemos iniciar un plan de Estimulación cognitiva por Neuropsicología para intervenir aquellas funciones que están por debajo del promedio y potencializar las que están dentro de lo normal, así lograremos mejorar el rendimiento académico del paciente y minimizar el sentimiento de frustración.